Gramática Griega on Facebook

martes, 15 de mayo de 2012

ΠΑΝΔΑΙΜΟΝΙΟ, πανδαιμόνιο (pandemónio)


PANDEMONIO: 1. m. Lugar en que hay mucho ruido y confusión.
Esto es un sinvivir.  Por si ya teníamos pocos sobresaltos cada vez que se trataba de aprobar un nuevo plazo del rescate, va el pueblo griego y, ejerciendo su derecho al voto, fragmenta de tal manera su elección que no hay forma de que se pongan de acuerdo unos con otros.
El Presidente de la República está haciendo de celestina con la intención de que se pongan de acuerdo quienes tienen dificultades para hacerlo aún dentro de su propio partido. 
Alguna vez oí una frase que hoy tiene un especial significado: “Donde hay dos griegos, hay tres discusiones”. ¿Hay que darle prioridad a Europa, al Euro y a los mandatos de la comisión europea? ¿Hay que permanecer fieles al electorado caiga quien caiga y no hacer lo que durante toda la campaña se ha dicho que no se va a hacer -esto es, pactar con los dos grandes partidos que han puesto al país en la situación en la que está? ¿Es de recibo que el Sr. Kuvelis (líder de Izquierda democrática)  siga en sus trece de “aquí jugamos todos o rompemos la baraja”?. 
Aparte de la incertidumbre que produce la posible salida del Euro, y de la vara que están dando desde Alemania con que Grecia tiene que solventar el escollo de la gobernabilidad si quiere seguir formando parte de la Unión Europea, estamos viendo que, fuera de Grecia, las cosas no van a mejor: Francia acaba de cambiar de gobernante y éste no tiene las mismas ideas que el anterior. En Portugal e Irlanda, las cuentas no están saliendo tampoco, ni rescate mediante. En España ya estamos viendo... en este caso al Sr. Rajoy no le duelen prendas para decir "digo donde dijo Diego". En la misma Alemania, la Merkel está perdiendo feudos a la velocidad de la luz.
Parece una perogrullada, pero como escribí hace unos días en Facebook, y como Forges plasmó en una de sus geniales viñetas, ¿por qué se inyecta dinero a los bancos, cuando lo lógico sería inyectar ese dinero a las personas y empresas que debido a la crisis no pueden pagar a esos bancos? ¿no terminaría el dinero en el mismo sitio -los bancos- pero habiendo aliviado en su camino a los que son menos responsables de que estemos en esta situación?
Por aquí se escucha de todo: quiebra, salida del euro, devaluación, corralito... y desde ayer, otra vez tecnocracia. ¿Y no hemos tenido ya un ejemplo de tecnocracia que tampoco ha servido para nada, viendo dónde estamos?. 
Reconozco mi ignorancia en temas económicos. Bueno no, en temas de “política económica”. ¿No tiene derecho un Estado a formar el gobierno que su pueblo quiera, utilizando para ello las herramientas que sus leyes dictan? ¿No es eso la democracia que tanto nos llena la boca? ¿Por qué meten tanta caña desde Bruselas poniendo a todo el mundo de los nervios?
¿Y qué hacemos con ese auge de movimientos totalitarios y neofascistas? ¿Hay que ponerse de acuerdo con ellos también en nombre de la democracia que no respetan? ¿Cuántas valerianas se habrá tenido que tomar Papoulias -veterano de la segunda guerra mundial- antes de tener sentado a su mesa al líder de Amanecer Dorado?
¿Es que no van a ser capaces de encontrar una solución? 
Mientas tanto, el pueblo llano se las apaña como puede. Los supermercados recogen comida para organizaciones humanitarias. La gente de bien ayuda a los que tiene cerca a sobrellevar el mal trago. Los inmigrantes que no tienen sus papeles -perdidos en la inútil burocracia del país- contienen la respiración cada vez que se cruzan con un policía camino de sus trabajos. Los colchones vuelven a ser el lugar más seguro para los ahorros.
Por todos los Dioses del Olimpo, Sres. responsables de la política en el mundo ¡Hagan algo que nos haga pensar que no son ustedes tan inútiles como nos están demostrando!

viernes, 11 de mayo de 2012

ΕΚΛΕΚΤΙΚΙΣΜΟΣ, εκλεκτικισμός (eclecticismós)


ECLECTICISMO: 1. m. Modo de juzgar u obrar que adopta una postura intermedia, en vez de seguir soluciones extremas o bien definidas. 2. m. Escuela filosófica que procura conciliar las doctrinas que parecen mejores o más verosímiles, aunque procedan de diversos sistemas.
En eso están los griegos, en encontrar una postura intermedia, formar gobierno, y alejarse de extremos que nos tienen a todos con el corazón encogido... y a los periodistas cuadrándose en salas de prensa, o saliendo por patas mientras que los seguidores de Amanecer Dorado los persiguen por haberles filmado...
Se me antoja difícil el tema. Leo que Samarás, el líder de Nea Demokratía, ha dicho que ellos aceptarían estar en un gobierno de unidad, “con condiciones” y en el que tienen que estar también presentes el Pasok y Syriza, la coalición de izquierda que ha conseguido ser el segundo partido más votado.
¡Mira qué bien!, me digo, así que al final va a ser verdad que están intentando conciliar las doctrinas. Pero sigo leyendo las declaraciones del Sr. Samarás y me encuentro con estas perlas:
“Ahora es necesario que salvemos el país no ya del populismo del Pasok, sino del de Syriza, que es aún más peligroso” 
“Alexis Tsipras (el líder de Syriza), es el último bastión del populismo y del parasitismo” 
“Las dificultades de formación del gobierno existen sólo porque Nea Demokratía es el único partido que tiene programa” 
“Es necesario salvar al país de la hegemonía ideológica de izquierdas e imponer nuestras ideas liberales, europeas y patrióticas, y gracias a la ayuda de dios lo conseguiremos”.
Pues como siga usted así, Sr. Samarás, va a parecerse al protagonista de aquel chiste que entró en una librería y le dijo al dependiente: “Me vende usted el libro “Cómo hacer amigos”, calvo de mierda”
Un poquito de eclecticismo, por favor.

lunes, 19 de marzo de 2012

ΦΩΝΗΤΙΚΟΣ, φωνητικός (fonitikós)


FONÉTICO:  (Del gr. φωνητικός). 1. adj. Perteneciente o relativo a la voz humana.
2. adj. Se dice de todo alfabeto o escritura cuyos elementos representan sonidos.
3. adj. Fon. Dicho de un alfabeto, de una ortografía o de un sistema de transcripción: Que trata de representar los sonidos con mayor exactitud que la ortografía convencional.
4. f. Conjunto de los sonidos de un idioma. f. Estudio acerca de los sonidos de uno o varios idiomas, sea en su fisiología y acústica, sea en su evolución histórica.
En Grecia casi todo el mundo es capaz de comunicarse en un idioma que no sea el griego. Incluso la gente mayor. Estos, más que debido a un buen sistema educativo, hablan otros idiomas seguramente porque durante la segunda guerra mundial se sucedieron ocupaciones y protectorados, y crecieron oyendo hablar inglés, francés y alemán. También el hecho de ser un pueblo abierto al mar y altamente comerciante debió ayudar, junto con el hecho de tener un idioma propio que raramente se hablaba fuera de sus fronteras.
Los jóvenes lo han tenido más fácil, con la inclusión de otros idiomas en el sistema educativo, y sobre todo, gracias a la televisión. En Grecia, las películas no se doblan, se subtitulan.
Es curioso que el mismo medio -la televisión- sea el causante de dos efectos contrarios en el aprendizaje de idiomas. En España, con nuestra costumbre de doblar todo, nadie que no lo buscara, estaba expuesto a otro idioma. En la época de mis padres, por ejemplo, podían pasarse toda una vida sin haber oído la voz real de los actores que salían en las películas. Y mucho menos sabían cómo se pronunciaban correctamente sus nombres. Me pasé mi niñez oyendo hablar de Paul Neuman, Espencer Traci o “Jinjer Rojers”.
Los españoles tendemos a “españolizar” lo que leemos, eso por no hablar de la manía de cambiarle los nombres a las películas, en lugar de simplemente traducirlas. Me acuerdo ahora, por ejemplo, de la película “Scar face” -cara marcada- que en España cambiaron por “El precio del poder” (¿?). En ocasiones me han estado hablando de alguna película que yo creía no haber visto, para luego darme cuenta de que sí, que la había visto, pero con otro nombre.
Supongo que cada país tiene sus normas y sus “manuales de estilo” para manejar estas cosas, pero estaréis de acuerdo conmigo en que tendríamos mucho ganado si nos acostumbráramos a pronunciar las cosas como se hace en el idioma al que pertenecen.
También eso lo solventaron los griegos, transcribiendo los nombres, no literalmente, sino fonéticamente. Así, en las carteleras de cine se leería “Pol Niuman” “Spenser Treisi” o Yinyer Royers”. A los ojos, choca, aunque al tener distinto alfabeto, no se nota tanto, pero al menos todo el mundo pronuncia bien los nombres.
Aún así, yo creo que la cosa va mejorando. Si no, de qué íbamos a tener tan claro en España que Kirk Duglas es el padre de “Maiquel Daglas”.

miércoles, 22 de febrero de 2012

ΕΜΒΛΗΜΑΤΙΚΟΣ, εμβληματικός (emblimatikós)


EMBLEMÁTICO: 1. adj. Perteneciente o relativo al emblema, o que lo incluye. 2. adj. Significativo, representativo.
Van ya casi para cinco los años que llevo en Grecia y todavía no había ido a uno de esos espectáculos musicales que tan caracerísticos son de la cultura helena: los “buzukia”. 
Quien haya venido por estas tierras no habrá dejado de sorprenderse por la cantidad de vallas publicitarias que anuncian estos eventos musicales. Aunque muchos de ellos presentan a cantantes prácticamente desconocidos, también los hay donde puedes ver actuar a las estrellas del momento. En mi caso, Sakis Rouvás. Estoy segura de que algunos (y sobre todo algunas) recordarán a un apuesto griego que participó en Eurovisión (aquí Eurovisión es casi una cuestión de estado: van los que están más de moda). 
Yo fui (junto con otras 16 mujeres latinas), llena de curiosidad y sobre todo por ver (no tanto por oír) al susodicho. Y tengo que reconocer que me entusiasmó. El local era impresionante. Una pista circular en medio de un enorme salón con una altísima cúpula llena de pequeños focos y, alrededor de ella, en círculos concéntricos, cómodos sillones o coquetos veladores que, para el momento en que llegamos, ya tenían colocados el agua, los vasos y enormes cubiteras llenas de hielo. Cuando pedimos nuestras consumiciones, llegaron acompañadas de platos de fruta fresca y de frutos secos. A lo largo de las actuaciones (que duraron unas cinco horas), nunca nos faltó algo que comer. En cuanto un plato disminuía, nos traían otro, y lo mismo con el hielo. No hacía falta pedirlo. Los camareros estaban muy pendientes de lo que ocurría en cada mesa, y a poco que girases la cabeza, ya le tenías preguntándote que qué querías.
En la pista, se sucedían los artistas, como siempre, por orden de importancia. Y entre artista y artista, ahora un número de baile, ahora un DJ, entretenían las esperas y animaban al personal. Cuando apareció Sakis, la gente se volvió loca. Entre las mesas, pasaban muchachas con bandejas llenas de flores que la gente lanzaba a su ídolo (el hecho de enterarme que todos esos claveles provenían de las coronas mortuorias que desechaban los cementerios, no restó plasticidad al asunto, casi al contrario, me pareció una buena metáfora del “muerto al hoyo y el vivo al bollo”)
Lo pasamos estupendamente, lo cual no era raro teniendo en cuenta que llevábamos la juerga puesta, pero no fue esto lo que más me llamó la atención, sino lo bien que estaba organizado todo (el acceso, los servicios, la atención), lo bien que se lo pasaba la gente (sin estridencias, sin histerias) y lo amablemente que se comportaban los artistas con los fans. Cuando alguna muchacha lograba encaramarse al escenario y acercarse al cantante, éste normalmente se dejaba abrazar hasta que un agente de seguridad, con una sonrisa y de lo más delicadamente, retiraba a la espontánea y la acompañaba, siempre abrazándola, hasta el lugar más fácil para bajar. 
Sí, me sorprendió el buen comportamiento general de la gente, los de arriba y los de abajo. No olvidemos que estamos hablando de un ídolo pop. Un Alejandro Sanz heleno, que estaba ahí, a metro y medio de tí. Mirándote a la cara, dándote la mano y reteniéndola en la suya (fue mi caso), mientras seguía cantando como si existieras tú sola.
Tuvimos además la suerte de tener un final apoteósico. Una de las chicas de nuestro grupo, venezolana y salsera, que no paraba de bailar cada una de las canciones, moviendo su cuerpo como sólo las caribeñas saben, fue invitada por el propio Sakis a subir al escenario y a bailar junto a él la canción entera. Cuando terminó, la besó la mano y la acompañó hasta donde estábamos. En principio se dio la vuelta para empezar otra canción, pero cuando vio que nuestra amiga, minifaldera, no encontraba por dónde bajarse del escenario, se acercó de nuevo y con gran solicitud, la ayudó a bajar.
Ni qué decir tiene que nuestra amiga se quedó enamorada de Rouvás. Y yo me quedé enamorada de todo: de la organización, del buen rollo, de la profesionalidad... porque aun en los tiempos que corren, y aunque haya quien todavía se atreva a dudarlo, o quienes se empeñen en ver sólo su peor cara, todo esto también existe en Grecia. 

viernes, 10 de febrero de 2012

ΚΑΘΟΛΙΚΟΣ, καθολικός (católico)


CATÓLICO: (Del lat. catholĭcus, y este del gr. καθολικός, universal).
1. adj. universal (‖ que comprende o es común a todos). Afirmando esta pretensión se calificó así a la Iglesia romana.
2. adj. Verdadero, cierto, infalible, de fe divina.
3. adj. Que profesa la religión católica. Apl. a pers., u. t. c. s.
4. adj. Renombre que se ha dado a los reyes de España desde Fernando V e Isabel I.
5. adj. coloq. Sano y perfecto. “No estoy muy católico”
Parece que por fin se han decidido a abrir los ojos y ver más allá de sus propios mantos de brocados.
El Vaticano parece dispuesto a terminar de una vez con el “silencio cómplice” de la Iglesia católica con respecto a la pederastia. Los superiores de una treintena de órdenes religiosas y representantes de 110 conferencias episcopales de todo el mundo participan desde el lunes hasta el jueves en un simposio, organizado por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, para prevenir y atajar los abusos a menores por parte de los clérigos. Nada más llegar, recibieron un mensaje muy contundente del Papa. Les decía que la pederastia es “una tragedia”, que la curación de las víctimas tiene que ser la “preocupación prioritaria” de la comunidad cristiana y que la Iglesia necesita “una profunda renovación en todos los niveles”. Hay además dos señales que subrayan hasta qué punto Benedicto XVI parece implicado en la batalla. La primera es la participación en su nombre del cardenal William J. Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien admitió: “En los últimos diez años nos han llegado 4.000 denuncias de abusos, que han puesto de manifiesto la inadecuada e insuficiente respuesta canónica”. Otro aspecto importante es que el primer testimonio será el de Marie Collins, una mujer irlandesa que padeció de niña los abusos de un sacerdote. Será su sufrimiento el que abra el simposio.
Me alegro. Me alegro mucho. No me explico cómo hasta ahora no se habían atrevido a volver sus ojos hacia esas “manzanas podridas” de su organización, que, si llegase a ser cierto que existe en infierno, deberían estar ya oliendo el tufillo de sus propios cuerpos chamuscados. Yo me quedaría más tranquila (ya que lo del infierno, como que no me convence) si pudieran ser juzgados en más terrenal tribunal. 
Espero que no se quede en un simple simposio (palabra, por otro lado, griega, que se utilizaba para denominar a las reuniones sólo para hombres y donde, aunque contaba con la presencia de mujeres, no solían ser invitadas, sino “contratadas”).
Me llama la atención, ciñéndome a la cuestión etimológica, que la palabra católico sea en su origen, griega. De hecho, si miramos la definición de católico en un diccionario de griego moderno, encontramos que la palabra, cuando sigue a “anthropos”, o sea, hombre, significa “me sferikí pedía”, o sea, con una educación global, universal.  Curioso.
Pero bueno, que estoy contenta de que no se siga negando lo evidente. Y como estas iniciativas me ponen de buen humor, no he podido evitar, al leer la última acepción de nuestro diccionario, acordarme de un chiste que viene al pelo:
Una mañana, en el Vaticano, el Santo Padre se despierta con una gran erección (si cabe que los santos padres sufran reacciones tan mundanas). Mientras se está preparando para su día, entra el camarlengo y como todas las mañanas, le pregunta: “¿Qué tal se ha levantado hoy el Santo Padre?” A lo que el papa contesta “¡Pues no me he levantado muy católico!”.

miércoles, 8 de febrero de 2012

ΘΕΡΜΟΜΕΤΡΟ, θερμόμετρο (Thermómetro)


TERMÓMETRO.1. m. Fís. Instrumento que sirve para medir la temperatura. El más usual se compone de un bulbo de vidrio que se continúa por un tubo capilar y que contiene mercurio o alcohol teñido; su dilatación por efecto de la temperatura se mide sobre una escala graduada.
Mi madre, que es muy dada a las frases hechas, suele decir, cuando la climatología está variable, y ella no está en uno de sus mejores días “hoy me he levantado como el tiempo”. 
El tiempo en Atenas hoy está como mi madre cuando no está en uno de sus mejores días. De repente se pone a nevar como si estuviéramos en Suiza, al rato la nieve se transforma en una lluvía debil, de repente las nubes se ponen negras y empiezan a sonar truenos... no lo tienen claro ni los pronósticos. Sin ir más lejos, hoy he consultado tres páginas web diferentes, y en cada una la previsión era distinta. 
En mi ocupación habitual de volcar las noticias sobre Grecia en nuestro periódico AtenasDigital, he escrito desde ayer por la tarde y por este orden:
“Una comisaria Europea dice que la Eurozona puede seguir adelante perfectamente sin Grecia”
“Juncker apoya la propuesta franco-alemana de una cuenta bloqueada para Grecia”
“Juncker: la moneda única sobrevivirá y Grecia seguirá en el euro”
“El gobierno griego y la “troika” alcanzan un principio de acuerdo”
“El gobierno y la “troika” prolongan un día más la incertidumbre sobre Grecia”
“El gobierno de coalición decide hoy si da una respuesta a la “troika”
Y la última (de momento) “Se retrasa la reunión de los líderes griegos para responder a la troika”
Por otro lado, se ha hecho público hoy el primer sondeo sobre valoración de los partidos de cara a las “próximas” elecciones (que dependen también de lo que pase con la “troika”), y los números dan unas cifras de lo más cambiantes en relación con lo que indicaban en otra anterior hecha en diciembre. Y más cambiantes serían si en lugar de uno, los sondeos fueran dos.
O sea, que están como el termómetro. Y encima, y para seguir con los paralelismos climatológicos, no es descabellado pensar, viendo lo que está pasando en Europa, que aquí se congelen algo más que los salarios. O no, que esto es Grecia.

viernes, 3 de febrero de 2012

ΛΟΤΑΡΙΑ, λοταρία (lotaría)


LOTERÍA: 1. Especie de rifa que se hace con mercaderías, billetes, dinero y otras cosas, con autorización pública. 2. Negocio o situación que se resuelve mediante la suerte o la casualidad.
No sé hasta qué punto lo que voy a contar ha trascendido en España, pero, desde hace días, no hay reunión distendida en Grecia, donde no se comente la noticia:
22 de diciembre de 2011. Sorteo de la lotería de Navidad. El “gordo” cae, entre otros, en Sodeto, un pequeño pueblo de Huesca de tan solo 200 habitantes. La Asociación de Amas de casa de la localidad, distribuye trescientos décimos en 1200 participaciones. 100.000 € de ganancia por participación.
Todos los habitantes de la población y algunos de las poblaciones vecinas han comprado lotería y aparecen eufóricos frente a las cámaras de televisión celebrando su suerte. ¿Todos? Noooo, todos nooooo (como diría el autor de Asterix y Obelix). Un hombre, un griego, Kostis Mitsotakis, no lo celebra. ¿por qué?, pues por la sencilla razón de que es el único habitante de la población que no compró lotería.
Este joven cineasta griego, que emigró a tierras oscenses hace siete años tras el amor de una española (cosa que, por lo visto, tampoco le funcionó), no compró lotería por la simple razón de que nadie se la ofreció. Por lo que dicen, muchos otros vecinos estuvieron tentados de no comprar, por aquello de la crisis, pero se vieron moralmente obligados por conocer casi todos a las mujeres de la asociación y por su insistencia vendiendo de casa en casa. A la casa de Mitsotakis no llamaron. Igual la exnovia estaba entre ellas y no quiso que le vendieran.
Hasta el New York Times se ha interesado en el asunto. Y las redes sociales se han llenado de comentarios, alguno bastante cómico, como el que decía que esto lo que demuestra es que la situación económica es mucho más estable en España que en Grecia.
Sin embargo, Mitsotakis no se ha regodeado en su mala suerte y ha declarado, que, aunque hubiera sido bonito ganar, de alguna manera él también ha salido beneficiado por la lotería, ya que tenía un terreno en venta desde hace tiempo, y como ahora todos los vecinos son ricos, ya ha recibido varias ofertas de compra.
Pues mira chico, no te deprimas. Yo estoy convencida de que las cosas pasan porque tienen que pasar y como bien dices, también tú has sacado tu ganancia. 
Ahora...una recomendación: visto el cachondeo generalizado que la anécdota ha levantado en Grecia, yo me abstendría muy mucho de volver por aquí en una temporadita. Que ya sabes que en tu tierra (como en España), hay mucho avispado que se siente más afortunado cuando se regodea en la mala suerte ajena. Y episodios descorazonadores se están viendo muchos en estos días por aquí, aunque, por desgracia, no precisamente ajenos.

lunes, 30 de enero de 2012

ΤΗΛΕΦΩΝΟ, τηλέφωνο (tiléfono)


TELÉFONO:(De tele- y -fono).
1. m. Conjunto de aparatos e hilos conductores con los cuales se transmite a distancia la palabra y toda clase de sonidos por la acción de la electricidad.
2. m. Aparato para hablar según ese sistema.
3. m. Número que se asigna a cada uno de esos aparatos.
Casi todos los días, desde hace prácticamente dos años, me cruzo, cuando me dirijo a esperar a mis niñas a dónde les deja el autobús escolar, con un hombre que va a hablando en alto. Esto, hoy en día, no es nada raro. Al menos por estas latitudes, donde casi todo el mundo usa el móvil con auriculares, muchas veces inalámbricos y colgados de la oreja a todas horas, con lo incómodo que tiene que ser eso. 
Tendrá unos cuarenta y tantos, moreno, pelo corto, aseado y bien peinado. Estatura media, bien vestido, como si viniese de la oficina. Pantalones de franela, jersey cuello caja sobre la camisa -sin corbata, luego más currito que ejecutivo- cazadora de tela acolchada, y cuando el frío arrecia, chaquetón tres cuartos y bufanda. Suele llevar colgada al hombro una cartera de cuero, trabajada, aunque no vieja y la mayor parte de las veces, lleva una bolsa o dos del supermercado cercano.
Habla siempre que le veo, bastante airadamente, por cierto, e incluso gesticula con la mano si no la lleva ocupada por una bolsa. Habla rápido y también camina aprisa, por lo que nunca me ha dado tiempo a pillarle ninguna frase con sentido más allá de un “aftó” (pues eso) o un "blépis?” (¿lo ves?).

Toda la vida... bueno, toda la vida no, desde que existen lo móviles, me ha llamado la atención el poco pudor con que la gente airea sus conversaciones telefónicas. Antes, hablar por teléfono implicaba estar en casa, o en una oficina, o como mucho, en una cabina telefónica. Ahora cualquier sitio es bueno, y poco le importa al que habla quien pueda estar escuchando; como le pasó a aquel delincuente que, sentado en un tren, llamó a quien correspondiera para informarle de que ya se había cargado al pobre infeliz para cuya muerte le habían contratado, sin imaginarse que el señor que se sentaba en la fila de detrás era un policía fuera de servicio. Hay que ser imbécil.
Al menos, mi hombre no molesta a casi nadie, porque va por la calle... aunque, después del descubrimiento del viernes, ya no se qué pensar.
Porque el viernes, mientras yo esperaba como siempre la aparición del autobús. Él pasó con su charla habitual y, al llegar a mi altura, aunque en la cera de enfrente, algo le llamó la atención en el suelo. Ignoro lo que era, pero se acuclilló a mirarlo, y su cartera se le deslizó del hombro y dio en el suelo. El hombre se levantó, se la ajustó de nuevo, y de nuevo se acuclilló, pero hacia el otro lado, para que la cartera no se moviera. Lo que pudiera estar mirando dejó de tener importancia para mí, porque en estos dos movimientos (que además, hizo en silencio), pude ver claramente sus dos orejas, cuestión nada difícil dado su buen corte de pelo. 
Y lo que ví me resultó aún más desconcertante que escuchar las conversaciones privadas de la gente: en ninguno de los dos oídos había nada que pudiera asemejarse a un auricular o manos libres. No hablaba por teléfono.
Siguió su camino y reanudó su ¿conversación?. Aún le pude escuchar decir “katálabes?” (¿has entendido?).

miércoles, 25 de enero de 2012

ΒΙΟΡΡΥΘΜΟΣ, βιορρυθμός (biorritmós)


BIORRITMO: 1. Ciclo periódico de fenómenos fisiológicos que en las personas puede traducirse en sentimientos, actitudes o estados de ánimo repetidos cada cierto tiempo. 2. Estudio de la posible influencia que estos ciclos tienen sobre el comportamiento humano.
Largo tiempo sin pasar por aquí... y la culpa la tiene el biorritmo. Durante meses se han repetido para mí esas actitudes y estados de ánimos que me bloquean y no me permiten escribir una línea. Llámalo vacaciones de navidad, llámalo niñas sin colegio, llámalo como quieras y si encuentras un buena forma de definirlo, por favor, me lo cuentas, a ver si me entero yo también.
Muchos proyectos, todos atractivos, algunos arriesgados, y sobre todo poco tiempo para ellos, lo que al final se traduce en una pésima organización de mis quehaceres y el llegar al final de la semana preguntándome ¿pero qué he hecho yo con el tiempo que tenía para mis cosas?
Cierto es que estoy en Grecia, y este país, como todos, también tiene sus biorritmos, y hay veces que hay que tener los propios muy bien acompasados para ser capaces de aguantar los del país. Que si un día no puedes fiarte de internet (parece que aunque tengas contratada la velocidad máxima, las infraestructuras no son las necesarias, con lo cual...), que si pides cita a un técnico y te pasas una semana esperando simplemente una respuesta, que si te planteas crear una empresa y todo el mundo a tu alrededor te dice que si te has vuelto loca...
Y eso por no hablar de los “estados de ánimo repetidos cada cierto tiempo”. Este país, desde Octubre de 2010, momento en el que el expresidente Papandreu comenzó a sacar los trapos sucios de las cuentas a la luz, vive en un permanente “Día de la Marmota” ¿Os acordáis de la película? Bill Murray se despertaba una y otra vez en el día en el que una famosa marmota de Estados Unidos despierta de su sueño y depende cómo salga de la madriguera, augura cómo será el invierno. Pues aquí igual, aunque con una diferencia considerable: en la peli, el protagonista se daba cuenta de que podía cambiar lo que había hecho el día anterior (el “mismo” día anterior) y así iba mejorando como persona día tras día (tras el “mismo” día) hasta que al final lograba salir de la encrucijada. 
No me parece que sea el caso de Grecia. Tras cada “amanecer” de su particular día de la marmota, es decir, cada vez que la troika vuelve a “rescatar” el país, los sentimientos, las actitudes y los estados de ánimo vuelven al estado inicial: ¿Hasta cuándo? ¿por qué? ¿me tocará a mí perder el trabajo ahora?.
Espero, es más, lo deseo con toda mi alma, que los biorritmos del señor Papadimos anden más acompasados que los míos y los del país y, como Bill Murray en la película, sepa ir cambiando con bien lo que haya que cambiar para que se pueda -por fin y de una vez por todas- salir de esta pesadilla.
P.D. Hoy ha muerto en Atenas Theodoros Angelopulos, un gran cineasta, arrollado por un policía motorizado mientras cruzaba una calle. Toda una metáfora. Buen viaje.