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viernes, 2 de octubre de 2009

ΑΓΩΝΙΑ, αγωνία (agonía)



AGONIA 1. Angustia y congoja del moribundo; estado que precede a la muerte. 2. f. Pena o aflicción extremada. 3. f. Angustia o congoja provocadas por conflictos espirituales. 4. f. Ansia o deseo vehemente. 5. f. Lucha, contienda.


Escribo estas líneas el día en que se decidirá cual será la sede para los Juegos Olímpicos de 2016: Chicago, Rio, Tokio o Madrid. Cuando la mayoría de vosotros leáis esto, ya sabréis el resultado, pero ahora mismo todo está en el aire. Nunca se había visto tal despliegue diplomático para apoyar a las candidaturas.


Relacionado con este tema, aunque sólo sintácticamente, está lo que me viene a la cabeza cuando leo la entrada 1 de la palabra de hoy: es también Olympic, pero no tiene nada de lúdico, me refiero a la línea aérea griega, que acaba de cambiar de dueños y empezar una nueva etapa: cuando la compró Onassis, se llamaba Olympic Airways, después de quebrar por primera vez, pasó a llamarse Olympic Airlines, ahora, vamos con la tercera, es Olympic Air. El caso es que en los últimos meses, esta línea aérea nos ha estado tratando bastante mal a los pasajeros que volábamos a Madrid: retrasos, cambios de aviones, mal servicio. Aunque nos hemos quejado oficialmente y por escrito, nada ha pasado. Ahora ya sé por qué: estábamos presenciando la agonía del vuelo Madrid-Atenas de Olympic. Ya no existe. Afortunadamente Aegean ha creado el mismo vuelo a partir del 1 de diciembre. Espero que nos den mejor servicio, y desde luego, si puedo evitarlo, no volveré a utilizar Olympic. Que manera de desacreditar un nombre.


Pero sigamos con el tema del día y con las entradas de la definición: Pena o aflicción extremada: la que nos entrará si el presidente del COI no pronuncia el nombre de nuestra ciudad en último lugar. Después de estos dos intentos, creo que no habrá un tercero, al menos no en corto plazo. Me gustaría ver unos juegos olímpicos en Madrid.


Angustia o congoja provocada por conflictos espirituales: Intento convencerme de que lo más probable es que no salga, que nos van a dejar otra vez compuestos y sin novia, y que no se va a acabar el mundo por ello, pero siempre he vivido en un ambiente deportivo y soy de esas que todavía se emociona viendo la entrega y el esfuerzo al que se someten los deportistas, especialmente en los Juegos Olímpicos. Encima, en esta ocasión mi cuñado Fernando forma parte de la delegación española, y me imagino que debe estar de los nervios, viviendo una experiencia excepcional, pero de los nervios al fin y al cabo.


Ansia o deseo vehemente: Que nos los den, hombre, que lo merecemos, que la vez anterior nos quedamos a las puertas y que si no llega a ser por Alberto de Mónaco (que por cierto dice estar muy arrepentido del efecto que tuvieron sus palabras) y por el representante griego del COI que se equivocó en la votación (vaya, precisamente griego tenía que ser), estaríamos hoy tan tranquilos y casi preparándonos para la apertura en 2012.


Lucha, contienda: Porque no se va a tirar la toalla hasta el último momento, que si los señores del COI estuvieran enterados de los tejemanejes políticos internos que se traen por nuestro país, estarían más que impresionados por el nivel de cohesión en todos los estamentos.


Y la verdadera agonía, es pensar que, si no nos lo dan, el mundo se va a perder la oportunidad de unir el disfrute de asistir a unos juegos olímpicos y de pasar unos días inolvidables en mi Madrid del alma.


Señores del COI: Tenemos una corazonada... fíense de nosotros.