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lunes, 15 de noviembre de 2010

ΑΠΑΘΕΙΑ, απάθεια (apázia)


APATIA: (Del lat. apathīa, y este del gr. πάθεια).
1. f. Impasibilidad del ánimo.
2. f. Dejadez, indolencia, falta de vigor o energía.

Ayer se celebró la segunda vuelta de las elecciones locales griegas. En la primera –la semana pasada- no se alcanzaron los mínimos exigidos y por eso hubo que repetirlas. Si hace una semana el 45% de los electores se quedó en casa, ayer fueron 55 de cada cien -y hasta el 70% en la región del Ática- los que no votaron, según estimaciones del Ministerio del Interior. De nada sirvió el llamamiento a la participación que realizó durante la jornada electoral el presidente del país, Karolos Papulias: "El enfado y la rabia [con el plan de ajuste económico] no se manifiestan desde el sofá, quedándose en casa".

Pero yo creo que sí, que también se demuestra quedándose en casa. O por lo menos, ahora sí lo pienso. Durante muchos años he creído que la única manera de poderte quejar de un gobierno, o de un partido, era participar en las elecciones. Dar tu opinión.

Ahora, y probablemente porque desde que vivo en Grecia la cuestión de la política me toca de más lejos y no conozco lo suficiente acerca de partidos y de programas, o quizá  porque me estoy haciendo más mayor, el caso es que esa euforia que antes me producía sentirme parte del sistema se ha ido enfriando hasta llevarme casi al extremo opuesto.

Lo cierto es que ya no tengo la certeza de nuestros sistemas políticos funcionen. Ni aquí, ni en España, ni en ningún sitio. Vemos cómo un país se vuelve loco de esperanza para, al poco tiempo, volver a caer en la apatía. Que se lo digan a Papandreu, que se lo digan a Obama, o a Sarkozy, o a Zapatero.

Los líderes políticos siguen subiéndose a las tribunas para intentar convencernos de que ahora sí. Se inventan cambios de gobiernos para hacernos creer que la cosa va a cambiar realmente. Pero al final todos pendientes de las bolsas y de los banqueros.

No sé, igual es porque “estoy de lunes”, pero para mí que en el mundo occidental, y en cuanto a lo que a política se refiere, llevamos todos “de lunes” unos cuantos años ya.