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miércoles, 2 de abril de 2008

ΣΥΝΟΔΟΣ, σύνοδος (sínodos)

SINODO: Concilio de los Obispos

Leo la siguiente noticia en un periódico griego:

“La Iglesia Ortodoxa griega ha optado por una línea dura contra los planes del gobierno de legalizar las uniones de hecho. Ha declarado todas las relaciones no “bendecidas” en una boda ortodoxa -incluyendo bodas civiles- como “fornicación”.

En un anuncio hecho después de una reunión el 17 de marzo, el presente Sagrado Sínodo dijo: “La iglesia acepta y bendice la ceremonia tradicional de la boda de acuerdo con el rito ortodoxo y considera “fornicación” cualquier otra relación marital fuera de ella”.

Parece que con estas declaraciones han querido desmentir al nuevo Arzobispo de Atenas, Jerónimo, al que se consideró moderado al declarar que “En esta materia la iglesia no puede ofrecer descuentos ni desviaciones. Se trata de una elección de las personas para regular sus vidas de la manera que ellos decidan”

Pero el Sínodo, formado por 12 miembros donde, al parecer, prevalecen los tradicionalistas, ha elegido este excepcionalmente duro lenguaje para boicotear el proyecto del gobierno. “El Sínodo declara que es enteramente imposible estar de acuerdo con la planificada ley de “acuerdo de libre cohabitación”, cuya implementación legitimiza la mayor parte de los pecados éticos y que, de aplicarse, constituiría una bomba de relojería en las bases de la familia cristiana y de la sociedad griega en su totalidad. El presente Sagrado Sínodo expresa su deseo y esperanza de que el proyecto no se convierta en ley”

Por lo menos, el Arzobispo Jerónimo, ha conseguido desligarse con éxito de opiniones como la de Anzimos de Salónica que defiende que la iglesia debería regular junto con el gobierno este tema, o la de Ambrosio de Kalábrita, que va todavía un poco más lejos y dice que la iglesia debería implementar sanciones espirituales a los cristianos que entren en acuerdos de cohabitación extra-marital.

Algunos críticos han coincidido en señalar que lo que parece que horroriza a la iglesia es la posibilidad de que la implementación de esta ley, abra las puertas a la regulación de las uniones homosexuales ya que no especifica necesariamente el género de las partes que se unen.”

Tras comprobar en el diccionario que “fornicar” es copular fuera del matrimonio, me vienen a la cabeza varias dudas:

- ¿Los católicos, musulmanes, judíos, etc. que se han casado por sus ritos, son también unos fornicadores?
- ¿Qué más sanción espiritual quieren poner estos señores de rimbombantes nombres y aires apocalípticos, aparte de –supongo- la excomunión y –¡oh terror!- la promesa del infierno?
- ¿Por qué tienen tan poca fe en “su invento” que creen que si se legalizan otras uniones, se tambalea la base de la familia e incluso de la sociedad griega?
- ¿Por qué será que, sean del país y de la religión que sean, los obispos siempre tienen que estar opinando sobre lo que no conocen?

Y eso que yo creía que, por aquello de permitir a los curas que se casen, (los obispos no pueden) la religión ortodoxa era más aperturista… pues va a ser que no.

Fíjate qué pena, precisamente los griegos, que tan bien llevaron en la antigüedad las uniones de todo tipo.