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viernes, 11 de marzo de 2011

ΤΑΛΕΝΤΟ, ταλέντο (talénto)


TALENTO: (Del lat. talentum, y este del gr. τάλαντον, plato de la balanza, peso).
1. m. inteligencia (‖ capacidad de entender).
2. m. aptitud (‖ capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación).
3. m. Persona inteligente o apta para determinada ocupación.
4. m. Moneda de cuenta de los griegos y de los romanos.
Ya he comentado en varias ocasiones que me estoy quitando de la política. Sobre todo ahora que nos encaminamos a épocas electorales y estos señores que nos representan se ponen especialmente pesados. Pero es imposible, si se está en el mundo, no quedarse boquiabierto con algunas perlas que los políticos tienen a bien regalarnos.
Hace unos años se hizo famoso el caso de la “lideresa” Aguirre, entonces Ministra de Cultura, cuando, al ser preguntada por el último libro de Saramago, comentó que no había leído mucho de “esa escritora” (Sara Mago), o cuando declaró que no había visto la película Air Bag, porque sólo le interesaba  el cine español. 
Hoy la Presidenta de la Comunidad puede estar tranquila, pues en sus mismas filas existe, al menos, otro que tiene su mismo talento. Se trata del Consejero de Transportes e Infraestructuras del Gobierno de Madrid, quien, en plena Asamblea, intentaba burlarse del diputado socialista Modesto Nolla por hablar del “metrobús”, título que, según el consejero del ramo “No existe”. Lo dijo varias veces, lo dijo gritando, le recomendó al diputado que antes de hablar de hablar de transporte y de títulos, se enterase de lo que estaba hablando y todos los de su grupo parlamentario le aplaudieron.
Claro, ha tenido que pedir perdón a los ciudadanos, a la Asamblea y por supuesto al diputado socialista, porque el metrobús existe. Y no es que me extrañe que alguien (que seguramente no coge nunca ni el metro ni el autobús) no sepa de la existencia del billetito en cuestión, pero que no lo sepa el consejero de transportes ya me da un poco más de miedo.
Las redes sociales se han hecho eco rápidamente de la metedura de pata, y me he reído mucho leyendo en Twitter frases del tipo “el metrobús no existe, son los padres”, o “en ocasiones veo un metrobús”, o “declaraciones exclusivas del metrobús: el que no existe es Ignacio Echeverría”, por citar algunas.
A mí, lo primero que me ha venido a la cabeza es un chiste muy antiguo, que transcurría en un cuartel donde el sargento “Echevarría” , que se supone instruía a la tropa, criticaba los escasos conocimientos de los soldados en ese tono de suficiencia que a veces tienen “los mandos”. “Son ustedes unos brutos -les decía- que ni siquiera saben que el agua hierve a noventa grados”. Uno de los soldados, el cabo Nolla, que había tenido la suerte de haber ido al colegio, levanta la mano y le dice casi con miedo “Mi sargento, el agua hierve a cien grados”. “Pero qué tontería está usted diciendo Nolla, responde el sargento. ¡Todo el mundo sabe que el agua hierve a noventa grados!”. “Perdone mi sargento que le contradiga, responde Nolla un poco acojonado y temiendo el calabozo,  pero el agua hierve a cien grados”. 
Un poco escamado, porque sabe que Nolla ha estudiado y en el fondo -y al contrario que el Echevarría real-  tiene la sensatez de ser consciente de su propia ignorancia, decide consultar sus apuntes y tras hacerlo le espeta triunfalmente a la atribulada audiencia: “Anda coño, si es verdad, el agua hierve a cien grados...

¡Lo que hierve a noventa grados es el ángulo recto!”.